( Crédito de la imagen portada : Flickr/EC/ECHO/Isabel Coello. )
Según el registro de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), desde el 3 de octubre han muerto en el país caribeño 135 personas, hay 619 casos confirmados y casi 6.500 sospechosos.La actual crisis política, económica y social que sacude al país dificultan un diagnóstico preciso y el acceso a la atención sanitaria de miles de personas.
«Tenemos cada vez más pacientes que llegan a nuestras estructuras, donde tenemos unas 360 camas. La situación es preocupante, con pacientes que ya llegan deshidratados», dijo a En Órbita, Alexandre Marcou, responsable de comunicación de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Haití.
La organización cuenta con cinco centros de atención en la capital, Puerto Príncipe, cuya capacidad se ha visto colmada. «Hay desafíos en el acceso al combustible, con problemas en el transporte público y a la población le cuesta llegar a los centros de salud. No percibimos cuanta gente puede estar contaminada», reconoció el entrevistado.Los tests no se realizan a todos los pacientes y existen problemas técnicos para analizarlos. «En muchas de las zonas donde vemos un brote hay mucha violencia e inseguridad, lo que afecta el desplazamiento de los enfermos [a ser atendidos]».