El año pasado se perdió en el mundo una superficie de selva tropical Ecuatorial del tamaño de Suiza, mientras prosigue la implacable deforestación a pesar de las promesas de proteger los sumideros de carbono para combatir el cambio climático.
Según un análisis realizado el martes, el año pasado se perdieron unos 41.000 km2 de selva tropical, la mayor parte de ella destruida para dar paso al ganado y a cultivos básicos.
A pesar del reciente compromiso mundial de alcanzar la deforestación cero para 2030, la pérdida de bosques tropicales superó el año pasado los niveles de 2021, según un informe de Global Forest Watch, parte de la organización sin ánimo de lucro World Resources Institute (WRI).