El sudeste de China se ha visto inundado por las lluvias incesantes provocadas por los restos del tifón Haikui, lo que obligó a la evacuación de decenas de miles de personas y al cierre de escuelas en la provincia de Fujian.
El miércoles, funcionarios meteorológicos informaron que las lluvias en la capital provincial de Fuzhou batieron récords de 12 años, lo que provocó advertencias de que 49 embalses habían excedido sus límites de inundación.
Casi 4.195 hectáreas de tierras de cultivo quedaron sumergidas, más de 36.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares y las líneas eléctricas y de comunicación sufrieron daños. Los medios estatales estimaron las pérdidas en 552,1 millones de yuanes (75 millones de dólares). Al segundo día de cierre de escuelas le siguió la suspensión del servicio de tren y metro.