A pesar de su tranquilidad geológica, la luna experimenta terremotos regulares causados por la flexión de las mareas y las variaciones de temperatura, lo que brinda una oportunidad única para la exploración científica.
Los científicos han descubierto un gran secreto sobre la luna: los terremotos lunares ocurren dos veces al día, generando escalofríos matutinos desde el módulo de aterrizaje lunar Apolo 17.
La revelación proviene de un estudio reciente financiado por la NASA y realizado por investigadores del Instituto de Tecnología de California (Caltech) y proporciona nuevos conocimientos sobre la actividad geológica de la luna y sus posibles implicaciones para futuras misiones lunares.
Los investigadores volvieron a analizar los datos sísmicos recopilados durante la misión Apolo 17 en la década de 1970 en este estudio innovador, dirigido por Francesco Civilini, ex postdoctorado de Caltech y ahora en el Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA.
El análisis reveló un patrón asombroso: los terremotos lunares coinciden con el movimiento del sol y ocurren tanto cuando el sol alcanza su punto más alto como cuando se pone lentamente, generando lo que el equipo ha denominado un «despertador lunar».
Las fluctuaciones extremas de la temperatura de la luna, que van desde máximas devastadoras de 250 grados Fahrenheit durante el día hasta mínimas escalofriantes de -208 grados Fahrenheit durante la noche, son la principal causa de terremotos lunares.
Estos cambios de temperatura hacen que la superficie lunar se expanda y contraiga rápidamente, lo que provoca eventos sísmicos pequeños pero detectables.
El estudio no solo reveló la naturaleza rítmica de estos temblores lunares, sino que también descubrió que los terremotos que ocurrían durante el día comenzaron cerca del módulo de aterrizaje del Apolo 17. Cada mañana, a medida que la luz del sol llegaba al módulo de aterrizaje, su superficie se calentaba, lo que causaba vibraciones que eran detectadas por los sismómetros cercanos.
Los hallazgos del estudio fueron publicados en el Journal of Geophysical Research-Planets .