El temor a una catástrofe natural devastadora se ha desatado tras el hallazgo de un enorme pez remo «agorero» por unos pescadores tailandeses.
Los peces remo, presagio del Juicio Final, suelen resignarse a las profundidades del océano, por lo que su captura en aguas poco profundas es un acontecimiento insólito y, según la leyenda, puede ser señal de un terremoto.
El espeluznante animal fue capturado el 3 de enero en el mar de Andamán por pescadores del distrito tailandés de La-ngu.
El descubrimiento de la bestia, que puede llegar a medir 11 metros, se produce pocos días después de que Japón se viera sacudido por un mortífero terremoto.
El profesor de ecología marina Thō̜n Thamrongnāwāsawat dijo: «Recientemente, el agua fría que entra en el mar de Andamán ha provocado avistamientos inusuales de peces debido al dipolo del océano Índico. Anteriormente, un Mola mola quedó atrapado en una red, y ahora un pez remo. Es plausible que estos peces estén siguiendo a la masa de agua fría».
Para calmar los temores, el experto añadió: «Aunque en el océano se producen acontecimientos inusuales, entender el contexto ayuda a evitar alarmas innecesarias».
El pez remo gigante es la especie viva de pez óseo más larga conocida y puede alcanzar una longitud total de 17 metros, con un peso de 270 kg. Suele alimentarse de plancton y vive a profundidades de unos 1.000 metros.
Están emparentados con otra especie llamada pez remo de Russell, que en Japón se conoce como «Mensajeros del Palacio del Dios del Mar» y también se cree que, si aparecen, son señal de terremotos inminentes.