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En las primeras horas del lunes se produjo un importante acontecimiento solar: la mancha AR3559 entró en erupción y emitió una potente llamarada solar de clase M6.8. La erupción fue captada por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA. El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA captó el destello en el ultravioleta extremo, ofreciendo un visión descarnada del comportamiento volátil del Sol.
Today 29th, sunspot AR3559 produced a powerful M6.8-class solar flare, captured by NASA's Solar Dynamics Observatory. The flare has already caused a shortwave radio blackout over Australia, affecting ham radio operators and mariners with signal loss at … 1/ pic.twitter.com/E1qTzAKAQU
— Erika (@ExploreCosmos_) January 29, 2024
El impacto de esta erupción solar ha sido inmediato y polifacético. Uno de los efectos más notables fue el apagón de la radio de onda corta en Australia.
El mapa del apagón reveló el alcance de la perturbación, que afectó especialmente a los radioaficionados y a los navegantes. Las señales por debajo de 30 MHz desaparecieron, potencialmente hasta una hora después del pico de la erupción, dejando a muchos sin capacidad de comunicación.
Pero las consecuencias de la erupción van más allá de estas perturbaciones iniciales. La mancha solar AR3559, a pesar de su posición cerca del limbo occidental del Sol y de no estar directamente orientada hacia la Tierra, está magnéticamente bien conectada con nuestro planeta.
Esta conexión puede parecer sorprendente, pero puede entenderse a través del concepto conocido como «la espiral de Parker». Este modelo explica cómo el campo magnético del sol se extiende hacia el espacio en forma de espiral debido a la rotación solar, actuando como una autopista para las partículas cargadas.
Los protones energizados por la erupción viajan ahora a lo largo de esta trayectoria espiral hacia la Tierra. Como resultado, los científicos prevén el inicio de una tormenta de radiación de clase S1 o superior en las próximas horas. Este tipo de tormentas suponen un riesgo para los astronautas y los satélites en órbita, ya que pueden aumentar la exposición a la radiación y dañar los equipos electrónicos sensibles.