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Por primera vez se ha detectado un tipo mortal de gripe aviar en pingüinos papúa, lo que hace temer que el virus se propague entre las colonias que quedan en la Antártida.
Investigadores del Comité Científico de Investigación Antártica (SCAR) encontraron unos 35 pingüinos muertos en las Islas Malvinas, en el Atlántico Sur, el 19 de enero.
Las muestras tomadas a dos de los pingüinos muertos dieron positivo para el virus H5N1 de la gripe aviar, según Ralph Vanstreels, veterinario que trabaja con el SCAR.
El gobierno de las Islas Malvinas declaró que muchos más gentoos estaban muriendo en circunstancias similares.
A fecha de 30 de enero, «hay más de 200 polluelos muertos junto a un puñado de adultos», declaró la portavoz gubernamental Sally Heathman.
Las muertes confirman que los pingüinos papúa son sensibles a la enfermedad letal que ha diezmado las poblaciones de aves de todo el mundo en los últimos meses.
Sin embargo, los papúa rara vez viajan entre las Malvinas, frente a la costa argentina, y la Península Antártica, situada a unos 1.300 kilómetros al sur.
Esto significa que es poco probable que los pingüinos viajeros impulsen la propagación hacia el continente austral, afirmó Vanstreels, investigador afiliado a la Universidad de California-Davis.