Según un nuevo estudio, las olas de calor registradas en los últimos años en todo el mundo han sido tan intensas que no pueden explicarse únicamente por el calentamiento global.
Científicos neoyorquinos afirman que en todos los continentes, salvo en la Antártida, están apareciendo «puntos calientes» inexplicables de olas de calor
Señaladas en un nuevo mapa, estas 10 regiones de olas de calor son tan extremas que van mucho más allá de lo que cualquier modelo de calentamiento global puede predecir o explicar.
Están situadas en el centro de China, Japón y Corea, la península arábiga, el este de Australia y el norte de África.
Otros incluyen los Territorios del Noroeste de Canadá y sus islas del Alto Ártico, el norte de Groenlandia, el extremo sur de Sudamérica y zonas dispersas de Siberia.
Incluso hay un «punto caliente» de olas de calor sobre el Reino Unido y el noroeste de Europa, que provocará temperaturas estivales letales en 2022 y 2023.
Estas regiones se convierten en invernaderos temporales», explica Kai Kornhuber, autor principal del estudio e investigador de la Columbia Climate School.
Debido a su carácter sin precedentes, estas olas de calor suelen tener consecuencias muy graves para la salud y pueden ser desastrosas para la agricultura, la vegetación y las infraestructuras. No estamos hechos para ellas, y puede que no seamos capaces de adaptarnos con la suficiente rapidez».
Aunque aún no se ha identificado la causa de los focos de olas de calor, una posible explicación tiene que ver con la corriente en chorro, una corriente de aire rápida y estrecha que fluye de oeste a este y rodea el globo terráqueo.
El calentamiento medio del Ártico, mucho más rápido que el del resto del planeta, parece estar desestabilizando dicha corriente.
Esto está provocando que la corriente en chorro desarrolle las llamadas ondas de Rossby, que succionan aire caliente del sur y lo estacionan en regiones templadas que normalmente no sufren calor extremo durante días o semanas seguidas.