Un estudio publicado en la revista American Journal of Infection Control reveló que el hongo Candida auris, altamente resistente a los antifúngicos, está en rápida expansión en Estados Unidos, generando preocupación en la comunidad médica. Según la investigación, se identificaron 327 cultivos clínicos en 231 pacientes únicos, con un incremento alarmante de casos en los últimos años. Mientras que en 2019 solo se reportaron 5 casos, la cifra aumentó a 29 en 2020, 71 en 2021, 107 en 2022 y 115 en 2023, lo que confirma una tendencia al alza en la propagación del patógeno.
Los científicos identificaron a los hemocultivos como la fuente más común de infección, lo que sugiere que Candida auris afecta principalmente a personas hospitalizadas o con sistemas inmunológicos debilitados. Debido a su capacidad para resistir múltiples medicamentos antifúngicos, su facilidad de propagación en entornos de atención médica y su potencial para causar infecciones graves, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) lo clasificaron como una “amenaza urgente de resistencia a los antimicrobianos”.
Brote crítico en Georgia y aumento de casos en EE.UU.
Uno de los focos más preocupantes de la propagación de Candida auris se encuentra en el estado de Georgia, donde las autoridades sanitarias han detectado un aumento exponencial de casos. De acuerdo con Joanna Wagner, del Departamento de Salud Pública del estado, hasta febrero de este año se han contabilizado más de 1.300 casos, lo que representa un desafío significativo para el sistema de salud local.
A nivel nacional, los hospitales y centros médicos han intensificado sus medidas de control y prevención, ya que este hongo puede sobrevivir en superficies durante largos períodos de tiempo, facilitando su transmisión entre pacientes. Además, la alta tasa de mortalidad asociada a infecciones graves por Candida auris ha llevado a los expertos a alertar sobre la necesidad de una respuesta rápida y efectiva para frenar su avance.
Un desafío para la salud pública
El Candida auris ha demostrado ser difícil de tratar debido a su resistencia a múltiples fármacos antifúngicos. En algunos casos, los médicos se han enfrentado a infecciones en las que ninguno de los tratamientos estándar ha sido efectivo, lo que agrava la crisis. Ante esta situación, los CDC y otras instituciones de salud han recomendado el aislamiento de pacientes infectados, el uso riguroso de protocolos de higiene en hospitales y la vigilancia activa de nuevos casos.
Los expertos advierten que, de no tomarse medidas urgentes, Candida auris podría seguir expandiéndose y representar una crisis sanitaria aún mayor en los próximos años. Mientras tanto, los científicos continúan investigando nuevas estrategias para combatir este patógeno y reducir su impacto en la salud pública.
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