A medida que el cambio climático acelera el deshielo del permafrost en regiones como el Ártico y Siberia, científicos advierten sobre un riesgo emergente: la liberación de virus y bacterias prehistóricos que han permanecido inactivos durante decenas de miles de años. Conocidos popularmente como “virus zombies”, estos microorganismos pueden encontrarse en suelos congelados, glaciares y restos de animales extintos, y podrían representar un peligro para los ecosistemas actuales e incluso para la salud humana.
Desde hace más de una década, los investigadores han demostrado que algunos de estos virus son capaces de revivir bajo las condiciones adecuadas. En 2014, un grupo de científicos logró reactivar un virus del permafrost siberiano que había estado congelado por más de 30.000 años. Más recientemente, en 2023, se revivió un virus de ameba congelado durante 48.500 años, lo que confirmó que ciertos microorganismos pueden sobrevivir en estado latente durante milenios.
Además del riesgo directo para la salud humana, estos microbios también podrían alterar ecosistemas completos. Según expertos, aunque solo una pequeña fracción de estos patógenos tendría la capacidad de infectar humanos o animales modernos, la cantidad de microorganismos liberados cada año debido al derretimiento del permafrost —estimada en cuatro sextillones de células— aumenta las probabilidades de un incidente peligroso.
Un caso documentado en 2016 refuerza esta preocupación: las esporas de ántrax liberadas por el deshielo de un cadáver de reno infectado, congelado durante más de 70 años, provocaron un brote en Siberia que dejó decenas de personas hospitalizadas y un niño fallecido.
Los científicos enfatizan la necesidad de monitorear activamente estas regiones y de invertir en investigación para comprender mejor los riesgos potenciales. El Dr. Khaled Abass, coautor de un reciente estudio, señala: “El cambio climático no solo está derritiendo el hielo, también está derritiendo las barreras naturales entre ecosistemas, animales y humanos”.
Además del monitoreo, los expertos recomiendan incluir este fenómeno en las estrategias globales de preparación para pandemias, ya que la ciencia apenas comienza a entender el comportamiento y la resistencia de estos antiguos microorganismos.