El estado de Texas experimentó una serie de sismos en un corto lapso de tiempo el lunes, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). En total, se registraron tres sismos en el oeste del estado en menos de tres horas, siendo el más fuerte de magnitud 3.6, localizado a unas 35 millas al sur de Whites City, Nuevo México.
Dos sismos adicionales, con magnitudes de 2.7 y 2.8, ocurrieron al noreste del epicentro principal. Estos movimientos telúricos sucedieron menos de 24 horas después de un sismo de magnitud 5.4 detectado por el USGS en la misma región la noche del domingo, seguido por dos réplicas menores de magnitud 2.9.
Expertos indican que los sismos del lunes probablemente forman parte de una secuencia de réplicas del evento más fuerte del día anterior, y no descartan nuevos movimientos durante la semana.
La actividad sísmica en esta región ha sido relacionada con la inyección de aguas residuales producto del fracking, una técnica ampliamente utilizada en Texas para la extracción de hidrocarburos. Aunque el fracking en sí no suele causar terremotos directamente, el proceso de eliminación de residuos puede inducir sismos en zonas geológicamente activas.