Una poderosa tormenta solar está en curso hacia la Tierra tras una intensa llamarada de clase X2.7 detectada el pasado 14 de mayo, según informó la NASA. Esta erupción, originada en la región más activa del Sol, se considera una de las más intensas registradas recientemente y ya ha provocado consecuencias visibles: se han reportado apagones de radio en Europa, Asia y Oriente Medio, así como interferencias en el suministro eléctrico en la costa este de Estados Unidos.
La llamarada solar provino de una zona del Sol que ahora gira directamente hacia nuestro planeta, lo que eleva el riesgo de más perturbaciones en las próximas horas o días. La NASA ha emitido advertencias sobre posibles interrupciones adicionales en las comunicaciones, los sistemas de navegación satelital (GPS) y las redes eléctricas, especialmente en zonas de alta latitud.
Sin embargo, no todo son malas noticias. Las erupciones solares también pueden generar espectáculos visuales únicos en forma de auroras boreales, que en esta ocasión podrían ser visibles más al sur de lo habitual, incluso en varios estados de EE. UU., debido a la fuerza del evento.
Las erupciones solares se clasifican en cinco categorías: A, B, C, M y X, siendo esta última la más intensa. Cada nivel representa un incremento diez veces mayor en la producción de energía con respecto al anterior. Las llamaradas clase X, como la registrada, son lo suficientemente potentes como para afectar directamente la ionosfera terrestre, provocando interrupciones en las señales de radio y navegación.
La Oficina Meteorológica del Reino Unido ha confirmado que actualmente hay al menos cinco regiones activas de manchas solares visibles en el lado del Sol que mira hacia la Tierra. Además, una nueva región magneticamente activa está emergiendo en el borde sudoriental del Sol, lo que podría indicar más actividad solar en los próximos días.
Asimismo, la agencia espacial indicó que una región solar cerca del extremo noroeste pudo haber producido una llamarada de clase moderada el 19 de mayo, lo que refuerza la vigilancia global sobre el comportamiento del astro.
Científicos y agencias espaciales continúan monitoreando de cerca la situación para evaluar el impacto de esta tormenta solar en las infraestructuras tecnológicas y para emitir alertas preventivas a tiempo. Mientras tanto, se recomienda a operadores de telecomunicaciones, aviación y energía estar atentos a las actualizaciones oficiales.

