Un nuevo estudio de World Weather Attribution y Climate Central, con sede en Estados Unidos, ha revelado que el cambio climático está incrementando de forma acelerada los llamados “días supercalientes”, definidos como aquellos más cálidos que el 90 % de los días registrados entre 1991 y 2020.
El informe, publicado este jueves y aún pendiente de revisión por pares, calcula que la humanidad ya ha sumado 11 días de calor extremo adicionales desde la firma del Acuerdo Climático de París en 2015.
Antes del histórico acuerdo, el planeta se dirigía hacia un aumento de 4 °C para finales de siglo, lo que habría generado 114 días supercalientes adicionales por año. Sin embargo, con los compromisos actuales de reducción de emisiones, la trayectoria apunta a un calentamiento de 2,6 °C, que aún añadiría 57 días de calor peligroso anuales para 2100, casi dos meses de temperaturas potencialmente mortales.
El profesor Johan Rockström, director del Instituto del Clima de Potsdam, advirtió que este escenario “aún implicaría un futuro desastroso para miles de millones de personas”.
La coautora del estudio, Friederike Otto, del Imperial College de Londres, señaló que las consecuencias afectarán a “decenas de miles o incluso millones de personas”, recordando que miles mueren cada año por olas de calor.
El informe también destaca una profunda injusticia climática: los países que más sufrirán no son los mayores contaminadores. Según las proyecciones, Panamá, las Islas Salomón y Samoa figuran entre los más afectados, con hasta 149 días de calor extremo adicionales al año, a pesar de contribuir con apenas el 1 % de las emisiones globales.
En contraste, los grandes emisores —Estados Unidos, China e India— enfrentarán entre 23 y 30 días supercalientes adicionales, pese a generar el 42 % del dióxido de carbono mundial.
El científico Andrew Weaver, de la Universidad de Victoria, advirtió que esta desigualdad térmica podría “sembrar nuevas tensiones geopolíticas entre las naciones que tienen y las que no tienen”.


