El LB-1 está a 15.000 años luz de la Tierra y tiene una masa 70 veces mayor que el Sol, según la revista Nature.
Los astrónomos han descubierto un agujero negro en la Vía Láctea tan grande que desafía los modelos existentes de cómo evolucionan las estrellas, dijeron los investigadores el jueves.
El LB-1 está a 15.000 años luz de la Tierra y tiene una masa 70 veces mayor que el Sol, según la revista Nature.
Se estima que la Vía Láctea contiene 100 millones de agujeros negros estelares, pero el LB-1 es el doble de masivo de lo que los científicos creían posible, dijo Liu Jifeng, un profesor del Observatorio Astronómico Nacional de China que dirigió la investigación.
«Los agujeros negros de tal masa ni siquiera deberían existir en nuestra galaxia, según la mayoría de los modelos actuales de evolución estelar», añadió.
Los científicos generalmente creen que hay dos tipos de agujeros negros.
Los agujeros negros estelares más comunes -hasta 20 veces más masivos que el Sol- se forman cuando el centro de una estrella muy grande se derrumba sobre sí misma.
Los agujeros negros supermasivos son al menos un millón de veces más grandes que el Sol y sus orígenes son inciertos.
Pero los investigadores creían que las estrellas típicas de la Vía Láctea derramaban la mayor parte de su gas a través de los vientos estelares, lo que impedía la aparición de un agujero negro del tamaño de LB-1, señaló Liu.
«Ahora los teóricos tendrán que aceptar el reto de explicar su formación», dijo en un comunicado.