Los científicos que protegen la Tierra de la posibilidad de que una enorme roca espacial se estrelle contra nuestro planeta han realizado una prueba vital de estrategia de defensa, y esto es lo que han aprendido.
Si un asteroide se dirige hacia la Tierra, listo para causar estragos, la mejor defensa de nuestro planeta es entrar en modo de ataque y desviar su curso. Sin embargo, debido a que es extremadamente difícil probar esto en asteroides reales, la realización de experimentos es esencial para entender exactamente cuán efectiva es la táctica y qué le sucedería al asteroide desviado.
Los investigadores de defensa planetaria del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore dicen que tal golpe de asteroide tiene una «muy baja probabilidad» de ocurrir en las próximas décadas, pero tendría «muy altas» consecuencias si llegara a pasar.
El tiempo será el enemigo si algún día vemos que algo se dirige hacia nosotros. Podemos tener una ventana limitada para desviarlo, y querremos estar seguros de que sabemos cómo evitar el desastre. De eso se trata este trabajo», explicó la investigadora principal Tané Remington.
Los científicos realizaron una serie de simulaciones para identificar qué parámetros son los más importantes para imitar con precisión los escenarios de impacto con un asteroide rocoso y frágil.
Descubrieron que la forma particular en que un asteroide es golpeado con un objeto y la fuerza del objeto tenía un efecto sustancial en el tamaño del cráter previsto en la roca y la cantidad de impulso transferido a él.
Los hallazgos ayudarán al equipo a perfeccionar su plan de modelado para la misión de la Prueba de Redirección de Asteroides Dobles (DART) en 2021. La misión hará estallar un impactador en la luna del asteroide cercano a la Tierra Didymos, para ver si cambia de órbita. La luna es similar a otros asteroides cercanos a la Tierra que podrían chocar contra la Tierra y causar daños importantes.
La nueva investigación encontró que la misión DART tendrá menos impacto en la luna de lo que se había calculado anteriormente. El coautor del artículo, Mike Owen, dijo que esto podría tener consecuencias significativas.
«Si hubiera un asteroide con destino a la Tierra, subestimar la transferencia de momento podría significar la diferencia entre una misión de desviación exitosa y un impacto. Es crítico que obtengamos la respuesta correcta. Tener datos del mundo real con los que comparar es como tener la respuesta en la parte de atrás del libro», explicó.