(Imagen superior de portada recreación via web)
Los investigadores postulan que las «burbujas» en cuestión podrían haberse formado durante un proceso de un millón de años que comenzó con un agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia que emitía chorros de materia ionizada.
Un nuevo estudio que se publicó a principios de este mes en la revista Astrophysical Journal ofrece una explicación de los orígenes de un peculiar y enigmático rasgo situado cerca del centro de la Vía Láctea, conocido como las Burbujas de Fermi.
Las «burbujas» en cuestión son un par de orbes masivos de gas, rayos cósmicos y polvo que se extienden por encima y por debajo del plano galáctico durante unos 25.000 años-luz a cada lado del mismo, y sólo son visibles en «luz de rayos gamma de alta energía», como señala Live Science.
Y aunque los orígenes de estos orbes siguen sin estar claros en este momento, los autores del estudio sugieren que son un producto de lo que los medios de comunicación describen como una «serie de eructos de agujeros negros» que comenzaron hace unos 6 millones de años.
Utilizando simulaciones por ordenador, los científicos argumentan que las «burbujas» podrían haberse formado debido a una onda expansiva masiva que, a su vez, podría haber ocurrido cuando dos chorros de materia ionizada fueron emitidos por Sagitario A* – un agujero negro supermasivo situado en el centro de la Vía Láctea.
«Se genera un choque hacia adelante tan pronto como el chorro atraviesa el gas del halo ambiental», postula el estudio. «Después de 1 millón de años, el chorro se apaga… Después de [5 millones de años], la burbuja se expande a su tamaño actual como se ha observado.»
Todo el proceso habría durado alrededor de un millón de años, los científicos señalan, añadiendo que su hipótesis podría ayudar a explicar la naturaleza de ciertas otras características del centro de nuestra galaxia.