(Imagen superior de portada Representación artística de la atmósfera de Marte y la evolución volátil de la NASA, o la nave espacial MAVEN en órbita alrededor de Marte. Crédito: NASA / GSFC )
Los científicos han sabido cómo fluyen las corrientes eléctricas en la magnetosfera de la Tierra durante décadas. Sin embargo, no son conscientes de cómo este proceso ocurre alrededor de Marte y cómo influye en la interacción entre los vientos solares y las corrientes.
Los científicos de la NASA han creado un mapa de las corrientes eléctricas alrededor de Marte que contribuyeron a la drástica transformación del planeta rojo de un planeta cálido y húmedo a un desierto frío. Los científicos pudieron hacerlo utilizando los datos que recibieron de la nave espacial MAVEN (Mars Atmosphere and Volatile Evolution), que ha estado orbitando el planeta rojo desde 2014. Los resultados de su estudio fueron publicados el 25 de mayo en la revista Nature Astronomy.
A diferencia de la Tierra, que tiene un campo magnético global que cubre todo el planeta, Marte sólo tiene manchas de magnetismo, o lo que los científicos de la NASA describen como una magnetosfera inducida, lo que significa que sólo ciertas partes del planeta están protegidas por un campo magnético. Ahora los investigadores han detallado un mapa de las corrientes eléctricas que forman estas manchas de magnetismo.
Los científicos dicen que la razón por la que el planeta rojo parece una bola cubierta de cuerdas es que las corrientes eléctricas de Marte interactúan con los vientos solares. Este viento, que consiste en protones y neutrones cargados eléctricamente que viajan a una velocidad de alrededor de un millón de millas por hora, está magnetizado e interactúa con objetos de nuestro sistema solar. Sin embargo, no puede penetrar fácilmente en la atmósfera superior de planetas no magnetizados como Marte.
Así que lo que sucede es que el viento interactúa con las corrientes eléctricas, haciendo que estas últimas envuelvan al planeta. Lo más importante es que esta interacción hace que las corrientes eléctricas del planeta transformen la energía del viento solar en campos magnéticos y eléctricos, lo que empuja a la atmósfera a escapar al espacio.
«Estas corrientes juegan un papel fundamental en la pérdida atmosférica que transformó a Marte de un mundo que podría haber soportado la vida en un desierto inhóspito. Actualmente estamos trabajando en el uso de las corrientes para determinar la cantidad precisa de energía que se extrae del viento solar y que impulsa el escape atmosférico», dice el científico planetario Robin Ramstad de la Universidad de Colorado en Boulder y autor principal del estudio.