La actividad volcánica se está intensificando de nuevo en una remota isla al sur de Tokio. Un cráter está eructando grandes volúmenes de magma y enormes penachos de ceniza.
La actividad ha aumentado en Nishinoshima desde mediados de junio, con plumas que alcanzan casi los 2.000 metros. La isla deshabitada del Pacífico está a unos 1.000 kilómetros al sur de Tokio.
A las 3 p.m. del viernes, hora de Japón, los datos de un satélite meteorológico mostraron que el humo alcanzaba una altura de 4.700 metros. Es la mayor altura desde que comenzaron las observaciones.
La Guardia Costera de Japón detectó erupciones de magma en el cráter central en una inspección aérea el lunes. Masivos flujos de lava están alcanzando la costa suroeste, expandiendo la superficie terrestre.
El profesor Nogami Kenji del Instituto de Tecnología de Tokio ha estado observando la isla desde que se confirmaron por primera vez erupciones en noviembre de 2013.
Nogami dice que el volcán parece ser el más activo ahora, alimentado por suministros masivos de magma subterráneo. Dice que es necesaria una estrecha vigilancia, ya que la salida de lava puede continuar durante mucho tiempo.
Nishinoshima había crecido hasta 12 veces su tamaño inicial en mayo de 2015, unos 18 meses después de que comenzaran las erupciones. Se dice que es inusual que los flujos de lava continúen durante tanto tiempo.
Las erupciones han continuado de manera intermitente desde entonces.
La Agencia Meteorológica ha emitido una advertencia sobre las rocas voladoras y los flujos de lava en un radio de 2,5 kilómetros del cráter.