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Los expertos espaciales han confirmado que una corriente de partículas procedentes de nuestra estrella anfitriona se acercará a la Tierra mañana.
Una erupción solar procedente de nuestra estrella anfitriona ha liberado un aluvión de partículas que se espera que golpeen la Tierra. Los vientos solares se están abriendo paso a través del viaje de 147 millones de kilómetros desde el Sol, y es probable que impacten mañana. Los expertos pronostican que la corriente de partículas provocará probablemente una aurora en el polo norte cuando lo haga
El sitio de astronomía Space Weather dijo: «Una estrecha corriente de viento solar se acerca a la Tierra. Hora estimada de llegada: 25 de enero.
«El material gaseoso está fluyendo desde un pequeño agujero en la atmósfera del sol. Su impacto podría desencadenar un breve (sólo una noche) episodio de auroras árticas».
Las auroras se producen cuando la magnetosfera es bombardeada por el viento solar que desvía las partículas, provocando impresionantes luces verdes y azules.
Aunque esta tormenta solar no es motivo de preocupación, algunos astrónomos creen que podría producirse una mayor y, en un mundo tan dependiente de la tecnología, las consecuencias podrían ser devastadoras.
Por ello, los investigadores han pedido que se mejore la infraestructura para vigilar la actividad del Sol.

Un estudio reciente del Instituto de Ciencia y Tecnología de Skolkovo, en Rusia, afirma que «Una gran tormenta solar podría interrumpir la electricidad, las emisiones de televisión, Internet y las comunicaciones por radio, lo que provocaría importantes efectos en cascada en muchos ámbitos de la vida.
«Según algunos expertos, los daños causados por un acontecimiento tan extremo podrían costar hasta varios billones de dólares y el restablecimiento de las infraestructuras y la economía podría llevar hasta 10 años.
«Por lo tanto, la comprensión y la previsión de los eventos extremos más peligrosos es de suma importancia para la protección de la sociedad y la tecnología contra los peligros globales del clima espacial».
En su mayor parte, el campo magnético de la Tierra protege a los seres humanos del bombardeo de radiación que proviene de las manchas solares, pero las tormentas solares pueden afectar a la tecnología basada en los satélites.
Los vientos solares pueden calentar la atmósfera exterior de la Tierra, haciendo que se expanda.
Esto puede afectar a los satélites en órbita, lo que puede provocar la falta de navegación GPS, de señal de telefonía móvil y de televisión por satélite, como Sky.