Nueva Zelanda ha emitido órdenes de evacuación a raíz de tres potentes terremotos y una serie de réplicas, enviando a los residentes a huir a un lugar seguro, ya que las autoridades dicen que la emergencia anula las restricciones de Covid-19 del país.
Los residentes recibieron instrucciones de evacuar algunas zonas costeras «inmediatamente» tras una serie de sismos ocurridos el viernes por la mañana -tres de ellos de más de 7,0 de magnitud-, y la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias declaró que la orden tiene prioridad sobre «los requisitos actuales del nivel de alerta Covid-19» y advirtió de una «amenaza de tsunami terrestre y marino».
Se escucharon las sirenas mientras la gente huía para ponerse a salvo, mientras se veían embarcaciones corriendo hacia y desde la orilla, algunas buscando refugio en aguas más tranquilas en el mar.
La costa norte del país fue colocada bajo una alerta de tsunami tanto terrestre como marina, donde se esperaba que las olas alcanzaran hasta 3 metros de altura y se abrieran paso hacia el interior, mientras que gran parte del resto de la isla se enfrenta a un nivel de amenaza menor «en la playa y en el mar», según un mapa publicado por NEMA.
El meteorólogo estadounidense Brian Lada también señaló que las boyas de vigilancia en torno al Pacífico estaban en «modo tsunami» tras captar corrientes oceánicas inusuales.
El terremoto de mayor magnitud, 8,1, también provocó avisos temporales de tsunami y órdenes de evacuación en las regiones costeras de todas las islas de Hawai, así como en algunas partes de Samoa Americana, donde los residentes fueron vistos en imágenes corriendo hacia terrenos más altos. Sin embargo, ambas alertas han sido canceladas, según el Servicio Meteorológico Nacional.