Mientras que los hallazgos del investigador pueden eventualmente ayudar a predecir el surgimiento de fenómenos tan destructivos como los tsunamis, el coordinador del nuevo estudio advierte que todavía hay mucho trabajo por hacer.
Parece que los investigadores del Centro Alemán de Investigación en Geociencias del GFZ han llegado a un concepto que podría ayudar a mejorar la capacidad de la humanidad para detectar los terremotos tempranamente.
Según un comunicado de prensa de GFZ publicado por EurekAlert!, este nuevo algoritmo se basa en el hecho de que los terremotos emiten las llamadas Señales de Elasto-Gravedad Puntuales (PEGS), que son esencialmente «cambios repentinos en la gravedad causados por un cambio en la masa interna de la Tierra», que viajan «a la velocidad de la luz» – mucho más rápido que las ondas sísmicas cuya velocidad es de sólo unos 8 kilómetros por segundo.
Por lo tanto, si se pudieran detectar estas señales, sería posible detectar los terremotos antes de la llegada de los temblores destructivos o de las olas de los tsunamis.
«Dado que la gravedad que se puede medir localmente depende de la distribución de la masa en las proximidades del punto de medición, cada terremoto genera un pequeño pero inmediato cambio en la gravedad», explicó el científico del nuevo estudio Rongjiang Wang.
El algoritmo ideado por el equipo de Wang permite por primera vez calcular «señales PEGS con alta precisión y sin mucho esfuerzo», con Sebastian Heimann, analista de datos de GFZ, revelando que aplicaron por primera vez dicho algoritmo al terremoto de Tohoku en Japón en 2011, donde «las mediciones sobre la fuerza de la señal PEGS ya estaban disponibles», y «la consistencia era perfecta».
Los investigadores esperan que, en el futuro, el examen de los cambios de gravedad causados por los terremotos pueda ayudar a determinar si estos temblores pueden causar un tsunami, por ejemplo.
Sin embargo, como ha señalado el propio Wang, todavía queda mucho trabajo por hacer, ya que «los instrumentos de medición actuales todavía no son lo suficientemente sensibles y las señales de interferencia inducida por el medio ambiente son demasiado grandes para que las señales de las PEGS se integren directamente en un sistema de alerta temprana de tsunamis que funcione».